Antes que desaparecieras

Las paredes están húmedas, tiene un toque lúgubre cuando alguien traspasa aquel umbral; ¿sabes?, aún permanece tu cama con aquella sábana que te encantaba, también las muñecas están ordenadas en sus estantes y los vestidos en sus perchas correspondientes.

                Es extraño ingresar allí y ver la misma imagen una y otra vez, como si fuera la obra abstracta de un artista injusto y que para colmo utilizó un cincel de barro.

                Tu madre en sus sueños te llama, como si su voz recorriese en aquel limbo del subconsciente y anhela que llegue a destino, la veo allí, agotada, pero con la esperanza de que la policía te encuentre.

                Hay afiches en cada espacio, cada columna, todo pareciera mimetizarse en una imagen aterradora, tú desaparición.

                Recuerdo que tenías como una luz propia, como si hubieses tragado un fluorescente, apenas habías cumplido once años y sabes qué… aún sigo imaginándote aquí a tus veinte años, con tu novio de la mano, rompiéndome el corazón porque alguien te ha conquistado. ¿Recuerdas cuántas veces te había bromeado que prefería estar muerto antes de verte con alguien que pudiera hacerte daño?, miles, hasta parecía un mantra amenazador que nadie tomaba en serio.

                Eras tan delgada que tenía miedo que el viento te arrastre, eras tan frágil que temía que te lastimaras, eras tan risueña que no quería que el mundo te enseñe lo contrario, eras un ángel que se perdió en el cielo de los injustos.

                Tu madre también me ha dicho que lloro en las madrugadas, que me contempla mientras duermo y se apaga cuando se acurruca a mi lado. Sé, además que ya han pasado nueve años desde que desapareciste, no obstante, creo y estoy seguro que estás ahí, cerca, a salvo, esperando a que te rescatemos.

                Lo más triste de todo esto es que al final terminamos perteneciendo a aquello que no te pertenece. Las ansias de olvido.

                Quisiera viajar en aquel momento justo antes que desaparecieras, para abrazarte y no soltarte nunca más. Quisiera repetirte lo mucho que te quiero y pedirte disculpas por no protegerte en tu futuro.

                Pero aquí estoy, extrañándote, mi niña, te prometo que no nos rendiremos, hasta el día que te encontremos.  

© 2023 Marcos B. Tanis.

Publicado por Marcos B. Tanis

De profesión analista, docente y magíster en auditoría en informática, amante de la lectura y ahora escritor. Tengo mis primeras novelas publicadas tituladas: Fragilidades del alma y Aquello que menos esperas I y II, además varios apresurados por salir de la oscuridad.

3 comentarios sobre “Antes que desaparecieras

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar