No sabía

No sabía que quedó lo que una vez tuvimos,

no imaginé que, tras años sin vernos, eso surgió de nuevo,

porque… sentí la timidez en tu mirada,

y el nerviosismo de buscar excusas por no poder besarme.

Hasta que nuestros labios se atrevieron a hacerlo,

fue Intenso, sensual, provocativo,

caricias que viajaban a lo inhóspito

como un río que fluye en lo profundo.

Mis labios dejan su estela de sentimientos impregnado en tu piel.

tú me consuelas con abrazos que necesitan más,

y me expresas con gestos, que quieres sentirme entero,

e introducirme en ti para mimetizar otro hermoso recuerdo.

Beso en la penumbra las areolas de tus senos,

bajo por tu cintura hasta llegar al hueco de tus deseos,

gimes, te excitas, me pides más,

hasta que la humedad de tu cuerpo me implora.

Después tú pruebas mi sabor,

ese dulce néctar que repele el ayer,

y proseguimos a unir nuestros sentires,

a esa pasión que quedó relegado por el capricho del azar.

Hasta que todo termina de nuevo,

nadie se ha decepcionado por lo que pensamos y lo que quiso ser,

tampoco juzgamos el transitar del tiempo,

solo queríamos que vuelva a suceder.

Me dices que te conformas con ser mi amiga,

porque ambos tenemos miedo de volver a amar,

mira, te pido que solo no sintamos miedo

y el reloj nos diga si habrá otra vez.

©2024 Marcos B. Tanis        

Publicado por Marcos B. Tanis

De profesión analista, docente y magíster en auditoría en informática, amante de la lectura y ahora escritor. Tengo mis primeras novelas publicadas tituladas: Fragilidades del alma y Aquello que menos esperas I y II, además varios apresurados por salir de la oscuridad.

2 comentarios sobre “No sabía

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