El monte

Cerca de mi casa tenemos una especie de boscaje, aunque se lo conoce por una denominación menos elegante, “el monte” (incluyéndome), pero el nombre no importa tanto, sino lo que se circunscribe en él, es que después de cualquier lluvia, deja al ingenio de uno, una especie de halo de misterio para todo el que

Heme aquí

Siempre compartí la habitación con mi hermano, nuestras camas nos separaban unos metros el uno del otro, a pesar de ello, podíamos sentir u oír como si estuviéramos solo a centímetros separados.             Una noche, después de cenar unas ricas empanadas preparadas con las propias manos de mi madre, decidimos recostarnos, mi hermano; Leo, enseguida

Alter vu

            —¿Qué sucede? —pregunta Leticia, al verlo de esa forma, atribulado, como si permaneciera en un trance momentáneo.             Él, después de unos segundos se percata que le habló, antes solo parecía hacer señas para que se diera a entender.             —Sabes qué, hoy he despertado con una rara sensación, tal vez te parecerá que

El hombre tras la puerta.

A veces me cuesta conciliar el sueño, me recuesto en mi cama, del lado que siempre me tocó y me pierdo en la extrañeza de que ya no estás. Hasta la almohada dejó un hueco con tu figura y arrastro mis yemas como si sintiera tu presencia. Me cuesta aceptar que todo lo que construimos

Iniciación

Escupo bilis, después del impulso incómodo del diafragma que me llegó a forzarlo. Todo esto, porque jamás me imaginé que fuera de este modo, estoy asustado.             —¡No me hagas daño… por favor! —suplica la mujer, su voz se le quebró y sin querer se había orinado encima.             Había corrido varios metros, creía que

Despierto

(Fue un sueño que tuve, ocurrió el 05 de febrero de 2022) Una bandada de cuervos cruza, de fondo, el encapotado cielo hace estragos con su tétrico escenario. Veo a todos lados y ni siquiera sé dónde estoy, direcciono la vista hacia abajo y el suelo es fangoso, hay huellas recién dejadas y no parecen

Voz sibilante

Ambos amigos cruzaron al otro lado del río sobre ese tambaleante puente, se podía oír el crujido de la madera en cada paso que daban, al menos, la confluencia de dos ríos terminaba a unos metros de allí y las olas que llegaban eran tranquilas (lo único malo que el color del agua era oscuro

Lejos de la cerca

A Diego le habían prohibido traspasar la cerca y él nunca supo el motivo real de la negativa de sus padres, hasta pensó que solo lo estaban sobreprotegiendo de más y la privación hacía que lo desafiara a descubrirlo.             Después de almorzar, su madre tomaba una siesta y se convirtió en el mejor subterfugio

Destellos

—Chis —escuchó que alguien la llamó.             Raquel se había desviado del camino, porque Luisa le había dicho que por esa vía evitaría ese caos vehicular del que estaban acostumbrados, sin embargo, no solo eso quería evitar (habían bebido unas copas de vino y si iba por la ruta principal, «puede que se cruce con

Crucifijos

Cuando encontramos el lugar, pensábamos que se filmó una peli de suspenso o algo por estilo, había un montón de crucifijos, botellas vacías, maíces tirados al piso, envoltorios de caramelos, entre otras cosas que cuando uno ve, pareciera lo peor. Quizá no lo sea, o quizá sí.             Lo bueno que cuando llegamos no había