La chica del Facebook

Delgada, cabello que rozaba el inicio de su espalda, sonrisa de niña, ojos que se perdían en la bruma de una incógnita. Allí estabas tú de nuevo, en las historias de mi perfil, posando risueña con nuevos atuendos. No recuerdo si nos conocíamos o, por algún motivo nos olvidamos.             Hurgué en tus redes, noSigue leyendo «La chica del Facebook»

Lujuria

Él la ve allí, con su vestido transparente, sin ningún artilugio de por medio cuando la visita. Su figura hace gala con sus exuberantes curvas y estos provocan que las feromonas se esparzan dentro de la habitación. Él sabe que esos senos podrían obnubilar a cualquier hombre y se le eriza la piel se erizaSigue leyendo «Lujuria»

Cinco sentidos

Cuando te veo, algo nace en mí que desconozco, no tiene definición, eres inefable, como un mándala que regula mi universo y conspira para que enarbole el estandarte de tu hermosura.             Oigo una melodía sinfónica cuando te acercas a nuestros encuentros, tus zapatos con taco alto crean una síncopa que se fusionan con tuSigue leyendo «Cinco sentidos»

Infidelidad

Gestos te delatan. El fingido orgasmo tras el sexo, hasta la falsa condescendencia abrió el abanico de este incipiente desamor que me aguardaba.             Supongo que para ti es fácil mantener la distancia y sonreír ante esta enmascarada penitencia, no obstante, para mí esto es como deshojar páginas del tiempo.             Mira, no quise hacerloSigue leyendo «Infidelidad»

Sacerdote

Por antonomasia, me conocerán como Dulce, de esa manera permanecerá en el anonimato quién soy en verdad. Porque lo que diré a continuación es algo que no es fácil para mí.             Había ingresado en el convento a los quince años, aquel día, tuve una especie de epifanía, como si el espíritu de mi SeñorSigue leyendo «Sacerdote»

Un océano nos separa

Buen día —me susurras al oído y me despiertas de este trance onírico, luego de amanecer en tu cama. Tu rostro sin maquillaje me deslumbra y te acaricio para saber si todo lo que sucedió es real. Me sonríes como si también te gusta lo que ves o no sé si es por lo queSigue leyendo «Un océano nos separa»

Paralelo

A veces me quiero parecer a la mujer que tienes a tu lado, es extraño, pero me veo bien con el vestido que lleva puesto, con el listón rojo que sostiene su cabello y que deshace en la cama cuando ama su desnudez. Suena imposible ser alguien que no puedes, pero mientras pienso que ocurreSigue leyendo «Paralelo»

Deseos inmorales

            A pesar de que Julio siempre le satisfizo y se podría decir que Karen disfrutaba mucho del sexo, como si antes que ser placentero el hecho, era una necesidad para ella y, aunque lo tenía de sobra, pareciese que nunca era suficiente, tampoco era ninfómana (al menos ella lo decía).             Después de unaSigue leyendo «Deseos inmorales»

A veces… quiero

Ahueco mi mano para cubrirme de la luz que traspasa la ventana, veo como la cortina flamea con el viento y me despierta el tintineo que hace el cristal y el metal que sostiene la tela —sonrío, hechizado por el embrujo de haber amanecido entrelazado a ti.                 Te veo así, desnuda, deslumbrante, tus longilíneosSigue leyendo «A veces… quiero»

La mujer de la terraza

El sol abrasaba ese día, era menester salir al balcón o repantigarse en la hamaca o cualquier otra actividad donde el principal artífice fuese el astro luminoso, toda esa semana meteorología anunciaba un sofocante calor de un 42°.             Me preparé mi brebaje, termo y guampa, saqué uno de los sillones e instalé mi sombrillaSigue leyendo «La mujer de la terraza»

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